Hace poco tiempo recibimos una noticia que
nos llenó de alegría: en Majadahonda habían instalado una “zona de juegos
infantiles adaptada”. La noticia era la siguiente:
Ni cortos ni perezosos fuimos para allá pues
considerando que el parque infantil accesible más cercano de casa es el de
Somontes, a 12 kilómetros, Majadahonda no era una mala opción.
Llegamos allí una fría pero soleada mañana de
invierno: El parque está en un área
central de Majadahonda, bien comunicado. Tiene pavimento de caucho y está bien
señalizado, lo parecía un buen comienzo.
Sin
embargo, los juegos que contenían fueron una auténtica decepción. El juego
principal tiene un tobogán y un paso por cuerdas, pero a él sólo se puede subir
por una zona de escalada. No tiene escaleras adaptadas ni ninguna forma segura
de subir para un niño con discapacidad motórica. Este juego sólo cuenta con un
paso inferir y una mesita a la que se pueden acercar –con dificultades- los niños que no
pueden subir al juego.
Aparte de este elemento, el parque tiene dos
juegos de muelles, a los que los niños con discapacidad pueden acceder con
cierta ayuda, pero que ni siquiera cuentan con respaldo.
Después de hacer un desplazamiento de unos 15
kilómetros, el viaje sólo mereció la pena para que el peque pudiera desplazarse
por el suelo de caucho y para pasar una mañana al sol… en la terraza del bar de
al lado, que es estupenda.
Desde este Blog queríamos recordar una vez
más a los responsables de los Ayuntamientos y de las casas comerciales de
juegos infantiles que es necesario tener criterios para la instalación de
parques infantiles accesibles. De lo contrario, se crean falsas expectativas en
las familias de niños con discapacidad, y no nos merecemos este tipo de
desilusiones.